Daughter of Poseidon

1
El cabello de la señorita Kettleburn estalla en llamas.
Aqua seguía recordando la primera vez que sufrió un ataque de un monstruo. Ella tenía catorce años. Acababa de terminar su primer curso en la Academia Green para señoritas. Aunque, como muchos otros cursos anteriores que tomar como ejemplos, ese curso no acabó bien.
—Aqua, venga, Aqua.
—No voy a ir.
—¿Pero por qué no? Será muy divertido —dijo Trish, Aqua la miró.
—¿Lo prometes?
Trish sonrió ampliamente, sabiendo que su amiga iba a acompañarla a la hoguera de final de curso.
—Lo prometo.


—Ya me estoy aburriendo y ni siquiera he llegado.
—Tú misma lo has dicho, ni siquiera has llegado —sonrió Trish, y al notar que Aqua la miraba rodando los ojos, hizo un puchero—. Anda, dale una oportunidad, ¿sí?
—De acuerdo —suspiró, rindiéndose. Trish soltó un gritito de alegría—. Pero sólo una.
—¡Ya verás lo mucho que nos divertiremos! —chilló con emoción, empezando a arrastrarla hacia la pista de baile.
—No lo dudo —murmuró, antes de que la canción favorita de Trish empezará a sonar y ella maldiciará al DJ por ello.

—¡Wuju, que fiesta más divertida! —reía Trish, aún bailando media hora después—. ¿A dónde vas? —preguntó, al ver como la ojiverde salía de la pista.
—Estoy cansada, descansaré y volveré, así mientras como algo, ¿de acuerdo? —dijo, Trish asintió y siguió bailando, dejando saber que estaba de acuerdo. Aqua se dirigió hacia la tienda de comida, donde compró seis porciones de pizza y un refresco azul, antes de salir por la puerta de salida. Le dolían los pies y sentía un pinchazo de dolor en la cabeza, mientras la fuerte música retumbaba en sus oídos. Así que, ¿qué mejor opción que salir de ese mar de gente?
Aqua se sentó en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y se dispusó a comer. No había nadie por los pasillos, salvo alguna pareja claramente con un "pedo" de la "leche" que se dirigía hacia los edificios de las chicas, ahora que no se separaban a los chicos de las chicas y nadie se podía enterar de que los chicos entraban en el edificio femenino, en vez de en el del masculino. Siempre que había oportunidad, ellos lo aprovechaban. Eso estaba claro.
La pizza estaba caliente, por supuesto, muy caliente. Pero Aqua estaba tan hambrienta que no le importó que le escociera la lengua al comer, porque después se tomó el refresco azul para aliviar la sed (y el escozor, también).
Pasos se oyeron llegar.
Aqua no prestó atención, mientras sacaba su móvil del bolso y empezaba a buscar el número para hablar con su madre y preguntar que tal estaban en casa y cómo le iba a su hermana en la escuela. Pero al escuchar un ruido extraño, ella elevó la vista de la pantalla.
—Oh, hola, señorita Kettleburn —dijo Aqua, repentinamente aliviada, volvió la mirada a la pantalla, marcó el número y dio al botón verde de llamar.
Otro ruido extraño.
—¿Señorita Kettleburn?
Pero no había ninguna señorita Kettleburn allí. En su lugar, había un híbrido con una sola pierna, con la pierna de un burro, una pierna protésica de bronce y el cabello en ¿llamas?*
¿Cómo era eso posible?
Aqua se levantó de golpe.
—¿Señorita Kettleburn? —volvió a preguntar, dando pasos hacia atrás mientras lo-que-fuera-esa-criatura la seguía. Todo pasó muy rápido. La criatura atacó, y Aqua vio un destello. Algo de oro, que cayó delante de ella. Una espada. Ella no tuvo tiempo de ver quien se la había lanzado, simplemente la cogió, y se defendió.
No tenía ni idea de cómo usar una espada. Pero parecía irle bien. O eso pensó hasta que sintió como si algo le desgararrá la piel y la sangre saliendo a borbotones.
Lo último que vio fue a la criatura acercándose a ella, cada vez más y más.
—¿Aqua? ¿Aqua cielo, estás ahí? ¡¡AQUA!!
—
*Descripción de la empusa.

Notes